El Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno

Hoy volvemos a la comarca Sierra de Albarracín (Teruel) para conocer su entorno natural. Nos vamos a perder es un paraje protagonizado por las tierras rojizas, los pinos y las caminos interminables. Los Pinares de Rodeno fueron el primer paraje protegido de la provincia turolense y hoy suman casi 7000 hectáreas pertenecientes a la Red Natural de Aragón. Un paisaje especial que se puede recorrer en multitud de senderos y que se encuentra en los términos municipales de Albarracín, Gea de Albarracín y Bezas.

Vista del Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno. Fuente: http://www.rednaturaldearagon.com

En otras ocasiones hemos hablado en este blog de los encantos de la villa de Albarracín, o de del arte rupestre de la provincia de Teruel y que incluyen los ejemplos que encontramos en esta zona. Hoy dejaremos a parte esta riqueza cultural y nos centraremos en el valor natural de ese lugar.

Las areniscas rojizas, una característica del paisaje de Rodeno. Fuente: www.rednaturaldearagon.com

Una historia de millones de años.

Las arenas depositadas hace más de 200 millones de años dieron lugar a las areniscas rojizas que otorgan el característico color al lugar. Las fuerzas tectónicas, los elementos sedimentarios y los agentes atmosféricos provocan las curiosas formas que nos encontramos en el paseo: los taffoni, que son huecos de forma semiesférica en la roca; los alveolos, huecos más grandes; o los anillos de Liesegang, que son líneas que siguen patrones concéntricos más o menos regulares. Este tipo de elementos llaman la atención de los más pequeños, por lo que es un buen lugar para iniciarles en el mundo de la geología.

Ejemplo de los anillos de Liesegang. Fuente: http://www.albarracin.com

Si la roca rojiza es uno de los protagonistas principales, el pino es el otro. El pino rodeno (Pinus pinaster) da nombre al paraje, domina las areniscas y sobrevive en un medio difícil, de abundante roquedo; y donde sus raíces favorecen la fragmentación del suelo. Uno de los elementos importantes desde el punto de vista de los usos tradicionales es la resina: su extracción se realizó hasta finales de los años 70 y no es difícil encontrarnos en los paseos vestigios de la misma.

El verde de los pinos contrasta con el rojo de las areniscas. Fuente: http://www.rednaturaldearagon.com

Fauna y flora

Además del pino, encontramos enebros, jaras o brezos, además de plantas aromáticas como el romero y el tomillo tan característicos del campo aragonés.  En las zonas más húmedas podemos encontrar álamos, sauces, avellanos o acebos. Y en las zonas de calizas el pino rodeno da paso al negral o al silvestre.

Formas fantasmagóricas provocadas por la erosión. Fuente: www.albarracin.com

Entre los mamíferos más presentes en el paraje encontramos jabalís, corzos, zorros, gatos monteses o ardillas. Y en cuanto a las aves es un buen lugar para la observación del chochín, el carbonero,  el piquituerto, búho  chico o el azor. Con un poco de atención y suerte, en los roquedos podremos avistar águilas reales, halcones peregrinos, cernícalos y búhos reales. ¡No se olviden los prismáticos!

Los roquedos son el hábitat natural de las águilas reales. Fuente: www.turismodearagon.com

La laguna de Bezas

En el lugar encontraremos numerosos atractivos naturales y paisajísticos, pero uno de los más llamativos es la laguna de Bezas. Este humedal de cuatro hectáreas es un oasis en una enclave seco, donde especies migratorias o divagantes encuentran alimentación y refugio, como la focha común, el zampullín chico y el ánade azulón. En determinadas épocas del año, la laguna toma un color rojizo similar al del entorno por una especie acuática, el Polygonum ammphibium. Además, sirve de abrevadero para el ganado y los pastos de sus márgenes son utilizados para el pastoreo.

La laguna de Bezas. Fuente: www.turismodearagon.com

El Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno forma parte de la Red Natural de Aragón, lo que garantiza un nivel de protección y de puesta en valor de este patrimonio natural. Entre otros planes, cuenta con normativa específica que regula y limita la zona de escalada y un Plan de Seguimiento Ecológico que permite evaluar el estado de las especies catalogadas y las actividades que pudieran influir en ellas.

Las pequeñas colinas y miradores nos ofrecen panorámicas muy hermosas del lugar. Fuente: http://senderosturisticos.turismodearagon.com

Centro de Interpretación Dornaque

El Paisaje Protegido de los Pinares de Rodena cuenta con un Centro de Interpretación situado en casa forestal del puerto de Dornaque, entre Bezas y Albarracín. Se han realizado trabajos de remodelación,  conservado la estructura original de la casa. El visitante podrá acercarse a los encantos de este Paisaje Protegido, en especial los valores geológicos, vegetación y fauna, manifestaciones prehistóricas y los aprovechamientos forestales tradicionales. En primavera y verano abre sábados, domingos y festivos de 10 a 14 y de 15 a 19. Como siempre recordamos, conviene planificar nuestra visitar y llamar previamente para confirmar horarios: 978 681 072 o 976 070 000.

Interior del Centro de Interpretación Dornaque. Fuente: www.rednaturaldearagon.com

Una de las mejores formas de conocer el paraje es disfrutar de los senderos que lo recorren. Encontramos 8 senderos marcados, a los que hay que otras rutas como el sendero del Parque Cultural de Albarracín y que coincide con algunos tramos de los anteriormente citados. Conviene revisar los recorridos y, aunque no hay ninguno de extrema dificultad, conviene adaptar el paseo al grupo que formemos. Los tramos están perfectamente señalizados aunque sí podemos encontrarnos muchas piedras, por lo que habrá que extremar, en algunos de ellos, el cuidado de nuestros tobillos. Además, como siempre recordamos, hay que llevar calzado adecuado, agua, crema solar y sombrero.

Desde aquí queremos destacar dos senderos accesibles para sillas de ruedas: el que une el Centro de Interpretación de Dornaque con el Área Recreativa de Fuente Buena, de menos de un kilómetro; y el sendero Pinturas Rupestres – Mirador Peñas Royas, que se inicia en el Navazo y recorre cuatro abrigos rupestres en poco más de un kilómetro.

Detalle del sendero entre Bezas y Albarracín. Fuente: senderosturisticos.turismodearagon.com

Al hablar de Albarracín siempre pensamos en sus calles serpenteantes y empedradas, fruto de un espléndido pasaje de la historia, marcado por el mestizaje y el cruce de caminos.  Hoy hemos querido perdernos en el entorno natural y hablarles de otro recurso turístico de la zona: los pinares de Rodeno. No se los pierdan, el paseo les merecerá la pena.

 

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Categorías: Paisajes y comarcas | Deja un comentario

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