El Canal Imperial (III, las murallas de Grisén)

Seguimos nuestro recorrido por el Canal y vamos a avanzar unos cuantos kilómetros, hasta un paraje conocido como «el Caracol» o «las murallas de Grisén«. ¿Qué tiene de particular? Pues que estamos en el punto en el que se cruza con el Jalón, lo que tiene su complicación.

Ya vimos, cuando hablamos de la Acequia Imperial, que había tres opciones:

  • Que el canal pasara por debajo del Jalón, que es lo que se hizo en el siglo XVI con un sifón del que no se han encontrado restos, porque pronto se cegó, dejó de funcionar y se reaprovecharon las piedras en los pueblos de los alrededores.
  • Que el agua del canal se echara al Jalón, se hiciera una presa en el río y se volviera a tomar en la otra orilla, solución que se desechó porque se perdía mucha altura (y, por tanto, también muchas hectáreas de riego).
  • Que el canal pasara por encima del Jalón, que es lo que se hizo en el siglo XVIII, en época de Pignatelli, construyendo un espectacular acueducto que es lo que se conoce como «murallas de Grisén«.

Lo que se ve en el dibujo es solo la parte central y más llamativa de lo que se hizo, es decir, los arcos sobre los que va el cauce del canal justo encima del Jalón. En realidad hubo que construir un enorme acueducto, tan imponente que la gente pronto empezó a conocerlo como «las murallas de Grisén«.


Hoy a este paraje se le conoce por ese nombre y también como «el caracol«. ¿De dónde viene? Pues de una escalera de caracol que se construyó dentro de una pequeña torre para subir a la parte de arriba sin necesidad de tener que ir hasta el extremo de las murallas (por la cuesta que se ve en la parte de abajo de la fotografía). Aquí la tenéis:

¿Veis la torrecilla que hay a la izquierda de la foto? Pues entrando por esa puerta se sube por esa escalera de caracol y se llega a la parte de arriba, por donde va el canal. En la foto de abajo podéis verlo perfectamente (lo que se ve a la derecha es, precisamente, la parte superior de la torre).

A lo largo del recorrido hay muchas almenaras, unas construcciones que sirven para tomar agua para las acequias de riego que se alimentan del canal. Una de las más espectaculares es precisamente la que encontramos aquí, la de San Miguel, construida sobre las murallas. ¿Queréis verla?

Fijaos en la foto: no se ve, pero a nuestra derecha corre el Jalón; al fondo, las murallas sobre las que va el canal; y destacando sobre las murallas una construcción que parece una torre. Si os fijáis en la parte de abajo veréis que sale agua de su interior, baja como si fuera una cascada y llega a la acequia que tenemos en primer plano.

Todo este conjunto da lugar a un paraje magnífico (hoy acondicionado como merendero) que verdaderamente merece la pena conocer, como todo el recorrido del Canal.

Categorías: Historia y Arte, Joyas del Patrimonio | 5 comentarios

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